Bertrand Russell
Por los estudiantes:
Gabriela Urdaneta
Alberto Gonzalez
Eglys Marquina
Maria Laura Cano
INTRODUCCIÓN
El siglo XX fue una época que se vio marcada por importantes cambios,
avances y revoluciones en el aspecto social, político, económico, científico y
tecnológico. Algunos de los hechos más resaltantes, que tuvieron lugar en este
tiempo, fueron: en principio, la Primera guerra mundial (1914-18), un conflicto
bélico donde Rusia, Reino Unido y Francia se aliaron frente a la posible
amenaza que implicaría el poder mundial de la potencia alemana; luego, se llevó
a cabo la Segunda Guerra Mundial (1939-45) que cegó con las vidas de un
sinnúmero de civiles y, además, se hizo uso por primera vez de las armas
nucleares. Siendo todo lo dicho producto o consecuencia de la pretensión de
crear un imperio en Europa, por parte de la Alemania Nazi. Posteriormente, se
sobrevino la Guerra Fría, en la cual participaron las potencias del mundo, las
naciones de URSS y EEUU, que habían desarrollado dos sistemas políticos de
gobierno: El comunismo ruso y el Capitalismo, los cuales generaron la
bipolarización entre el Norte y el Sur del planeta, con la finalidad de
globalizar la implantación de dichos modelos.
Tales sucesos tuvieron repercusión en las vidas de diversos filósofos;
quienes se encargan de la búsqueda del conocimiento, la sabiduría y la verdad.
Particularmente, de todas las personas que se dedicaron a comprender las causas
y consecuencias de los distintos hechos ocurridos en el mundo, para hacer de
éste más entendible, resaltaremos a Bertrand Russell.
Russell fue un matemático, filósofo y escritor inglés que vivió entre
1872 y 1970. Debido al
deceso tan temprano de sus padres, cuando apenas tenía 6 años de edad, queda
junto con su hermano Frank, bajo la tutela de sus abuelos. Es criado mediante
el método puritano y victoriano. Durante su juventud, empezó a redactar
escritos que abarcaron temas desde la religión (dudando de los dogmas) y la
sexualidad. Además, ya a temprana edad, sintió interés por una fuente de dicha
y felicidad: las matemáticas.
En 1890,
ingresa a la Universidad Trinity College de Cambridge para cursar matemática, y
en 1894 cursa filosofía, en donde conoce a G. E
Moore; él y Russell formaron parte de la rebelión contra el idealismo, fundando
lo que se conoce como Filosofía Analítica.
Sus trabajos extraacadémicos, algunas de sus ideas y obras posteriores, se
desarrollaron mediante los diversos viajes que realizó por alrededor del mundo,
relacionándose con personajes como: Lennin, Gilbert Murray, Ludwig Wittgenstein, con los cuales pudo
discutir sobre los significantes y polémicos problemas del siglo.
Durante el período de la
primera guerra mundial (1914-18), fue partidario de la paz y sintió compasión
por el sufrimiento ajeno. La misma generó en su pensamiento, un hondo sentido
social. Luego, en 1920, visitó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, motivado por los ideales de
la revolución socialista, pero cuando se percató del sufrimiento y miseria que
allí encontró, plasmó su descontento con la práctica del socialismo ruso, con
su obra: Práctica y teoría del
bolchevismo (1920). Al cabo de la segunda guerra mundial, Russell adoptó
una postura en oposición a la Alemania Nazi, se trataba del “Pacifismo político relativo”.
En 1950 se le otorga el Premio Nobel de la
literatura, principalmente porque sus obras y ensayos plasman ideales
humanistas y de libre pensamiento. Cabe acotar que gran
parte de sus escritos reflejan y critican la realidad social que se vivía al
momento de su concepción, abarcando una gran variedad de temas de interés colectivo
y controversial, generando así tanto detractores como simpatizantes de sus
ideas. Además, junto a Einstein,
fundó el Movimiento Pugwash, cuyo propósito
era conseguir el desarme internacional de armas nucleares, las cuales podrían
exterminar a la humanidad.
A continuación, se expondrán las características más relevantes con
respecto al contexto histórico de su vida y sus obras (Principia Mathematica, El
Caso por el Socialismo, Matrimonio y Moral, y Por Qué no soy Cristiano),
resaltando sus aportes dentro del campo de las matemáticas y la filosofía
durante el siglo XX.
CONTEXTO
HISTÓRICO DEL SIGLO XX
A finales del siglo XIX, el Imperio Británico se consolidaba como una de
las grandes potencias económicas e industriales del mundo por su condición de
primer país industrializado. Esta condición se vio sujeta a cambios por el
hecho de que las distintas potencias mundiales comenzaron a industrializarse, a
ser más productivas y económicamente independientes. Entre 1880 y 1914, pasó
del cuarto lugar en el comercio mundial al sexto debido a la gran competencia a la que se vio sometido.
El victorianismo tardío se comprende entre los últimos años de la vida y
reinado de la Reina Victoria I, el cual se caracterizó principalmente por la
radicalización de los movimientos obreros y sus sindicatos. También, el Imperio
expandía sus territorios en África y Asia, esto aumentaba su producción y
mercadeo alrededor del mundo. La ciencia se transformó en lo que es hoy en día.
El “boom” de las comunicaciones, medios de transporte, además el uso del gas
como generador de luz y calor fueron las invenciones más relevantes a finales
de siglo.
En cuanto a la sociedad, la población se conformaba prácticamente de
clase media y burguesa, destacando que en el año 1880 el sector rural
representaba sólo un 10% de la población total del Reino Unido. Simultáneamente,
el manejo del gobierno cayó en manos de
los aristócratas, debido a que éstos eran más cultos con respecto a temas
políticos y administrativos. Asimismo, la doble moral estuvo latente en la
época victoriana, puesto que se trataba de un entorno que giraba alrededor de
las drogas, el sexo y la prostitución; cabe acotar que en el Este londinense se
albergaban infinidades de burdeles, casas de juegos y espectáculos eróticos. En
1888 se conoció el popular caso del asesino en serie, Jack El Destripador, que
arremetió contra una multitud de prostitutas y tuvo bastante cobertura
mediática a nivel mundial; tal caso se usó como una manera de atacar y atraer
la atención de los líderes políticos, con respecto a la pobreza y desempleo de
cierta cantidad de la población británica.
El inicio del siglo XX estuvo marcado, principalmente, por el estallido
de la Primera Guerra Mundial en 1914. La posición tomada por Inglaterra en este
conflicto es muchas veces considerada injusta, a pesar de que fue uno de los
países involucrados en la contienda que sufrió más daños arquitectónicos y
pérdidas civiles, a causa de los bombardeos alemanes a barrios londinenses. La
fuerza inglesa fue comparable con la alemana, en el sentido de que ambas
potencias fueron capaces de fabricar y dar importantes avances en la industria
armamentista de la época, y además de que el vasto imperio aseguraba un poder
económico y demográfico de gran importancia durante el desarrollo de la guerra.
Un factor decisivo para el triunfo de Inglaterra en esta disputa fue la
intervención de los Estados Unidos, cuyo poder con respecto a los combatientes
obligó a frenar y hacer retroceder a las tropas alemanas quienes vieron sus
fuerzas diezmadas de manera considerable, momento cumbre para esto fue la
retirada del Imperio Ruso en la guerra por la caída del mismo en noviembre de
1913. La guerra tocaría su fin en 1918 con el triunfo de los Aliados y la
expansión del Imperio Británico. Debido a este hecho, pronto sintieron los
efectos financieros que dejó el agotamiento de sus recursos durante la guerra,
aminorando así su capacidad de producción, la cual estaba consolidada en el
mundo como una de las grandes potencias industrializadas de la época
pre-guerra. A partir de los años veinte del siglo XX se inició la emancipación
de los territorios ganados en la Primera Gran Guerra, es decir, se les concedió
su independencia, principalmente a causa de los problemas económicos del Reino
Unido, que no era capaz de mantener el gran imperio.
Años después, Europa se vio sumida en la Segunda Guerra Mundial
(1939-1945). Ésta se originó, en principio, por las inconformidades que
quedaron a partir de la Primera Guerra Mundial, y tuvo como inicio bélico la
invasión de Alemania a Polonia con el objeto de establecer su imperio en toda
Europa, su política expansionista; lo que automáticamente provocó la
declaración de guerra de todas las grandes potencias, incluidas Inglaterra y
Estados Unidos, las cuales desplegaron toda su fuerza militar, económica y
científica al servicio bélico. Conflicto marcado por grandes hechos como el
Holocausto, la primera y única vez en ser utilizadas las armas nucleares, y la
muerte de millones de civiles y combatientes dando un aproximado de entre 50 y
70 millones de víctimas. Por ello, la Segunda Guerra Mundial es considerada una
de las contiendas bélicas más brutales y sangrientas en toda la historia de la
humanidad.
La batalla culminó en Europa en mayo de 1945 con la rendición, detención
y retirada de las tropas alemanas, y en Asia acabaron con el bombardeo atómico
en Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos, hecho que quedaría
marcado como un hito en la historia de la humanidad. Luego de la guerra, la
Unión Soviética y los Estados Unidos quedaron establecidos como las dos
superpotencias principales, dividiendo así al mundo en dos súper bloques, dos
modelos políticos aplicados por cada uno de ellas: El Capitalismo y el
Comunismo; estableciendo lo que se llamó Guerra Fría.
La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, ideológico, económico,
social, tecnológico, militar e informativo que se desarrolló desde 1947,
posterior a la culminación de la Segunda Guerra Mundial y de la época
posguerra, concluyendo en 1991 con la caída de la Unión Soviética. A pesar de
que este conflicto no generó acciones armadas entre los bloques involucrados,
las tensiones entre los mismos fueron tan grandes que durante el avance del
enfrentamiento ideológico siempre se tuvo la amenaza de un nuevo enfrentamiento
armado, debido a que ambos querían
implantar sus modelos políticos en todo el mundo.
Anexo a esto, se inició la descolonización de los territorios obtenidos
en la Segunda Guerra Mundial en la década de los años 50 en Asia, África y
América Latina, iniciando a su vez una carrera por parte de EEUU y la URSS de influir
en estos países para que se sumaran a su modelo. En correspondencia a lo
anterior, se estableció el Movimiento de Países No Alineados en 1961, el cual
fue conformado por las naciones que prefirieron mantenerse al margen de la
dinámica de la Guerra Fría. También destacan la Carrera Armamentista y la
Carrera Espacial, en las que se quería demostrar el poderío de los bloques con
respecto a la industria armada y la conquista espacial por parte del hombre, la
cual, y por distintos factores, se inclinó hacia el eje occidental a pesar de
que los avances de ambos bloques eran extremadamente parejos. Dentro de la
carrera armamentista destaca la Crisis de los Misiles de Cuba que se generó por
la alianza de Cuba a la Unión Soviética, su ingreso a la COMECON y los fuertes
roces con Estados Unidos. Esto llevó a la amenaza inminente de una Guerra
Nuclear, debido a que se instalaron los misiles nucleares en Cuba por la Unión
Soviética; hecho que se llevó a cabo en respuesta a la instalación de misiles
en Turquía por parte de Estados Unidos. La tensión terminó por medio de las
comunicaciones entre los presidentes de ambos países y la propuesta de
condiciones de los mismos para abandonar el uso de las acciones armadas en caso
de que Estados Unidos accedió a no agredir a Cuba y retirar los misiles de
Turquía y, por su parte, la Unión Soviética retiró los misiles de la isla
caribeña. Consecuentemente, las grandes súper potencias replantearon su modelo
geopolítico a la vez que los Países No Alineados demostraron su peso económico
independiente mediante la explotación de recursos como el petróleo.
Otro hecho importante dentro del marco de la Guerra Fría fue la Guerra
de Vietnam, en la que se vieron enfrentadas Vietnam del Sur, respaldada por
Estados Unidos y Vietnam del Norte, apoyada por la Unión Soviética. El
conflicto fue la primera derrota bélica para los Estados Unidos, y años después
fue conocido que la intervención del mismo en este conflicto estuvo basada en
ardides y mentiras por parte de presidente Lyndon B. Johnson. Inicialmente, el
pueblo americano apoyó esta guerra, pero posteriormente la actitud del pueblo
con respecto a la intervención Estadounidense en la Guerra Vietnamita cambió
radicalmente, puesto que la prensa fue capaz de demostrar las matanzas que se
llevaron a cabo y por el auge de las movimientos pacifistas que se manifestaron
en la nación, contribuyó decididamente a la derrota de Vietnam de Sur y de
Estados Unidos; llevando así a la unificación de ambos territorios Vietnamitas
en un solo pueblo.
BIOGRAFÍA
DE BERTRAND RUSSELL
Bertrand
Arthur William Russell nació el 18 de mayo de 1872 en Trellech, Monmouthshire,
Gales (Reino Unido). Hijo de John
Russell, vizconde de Amberley, y de
Katrine Louisa Stanley, también de la nobleza británica. Conocidos como Lord y
Lady Amberley, famosos inconformistas victorianos. Además, su abuelo fue Lord
John Russell, primer conde Russell, quien adquirió celebridad con la Ley
Reforma y fue dos veces primer ministro de la reina Victoria. Sus padres
murieron cuando tenía apenas 6 años de edad y quedó, junto con su hermano mayor
Frank, bajo la tutela de sus abuelos. La vida en su nuevo hogar era
enclaustrada y solitaria, como lo narra en sus ensayos y en su larga autobiografía.
Era un niño tímido, dominado por un método de crianza espartano (aunque
afectuoso) que le impuso su abuela puritana; con ideas
liberales en política y religión pero de una moral muy estricta,
particularmente en cuestiones como el sexo, lo que producía una atmósfera
opresiva. Es indudable que su retraimiento fue estimulado por el misterio que
se cernía sobre las vidas de sus padres y por el prematuro deceso de ellos.
Estos tempranos acontecimientos explican en parte, su obsesión por descubrir la
verdad de la vida, así como su admiración juvenil por su padrino, el filósofo
John Stuart Mill, y por el credo utilitarista.
En los años de niñez y juventud, Russell
procuró aplacar su soledad y ambiente represivo, rebelándose (pero aun así
respetando las normativas de su hogar) contra la atmósfera puritana y
victoriana de la casa de sus abuelos, redactando escritos, haciendo uso del
alfabeto griego, para exponer pensamientos en los que impugnaba las actitudes y
creencias consagradas, en cuadernos que después serían conocidos como
“Ejercicios de Griego”. Durante los comienzos de su adolescencia, ya adoptaba
temas polémicos como la religión, dudando de los dogmas religiosos, y referidos
a la sexualidad. Pero, además, hay otro tema fundamental que preocupó al Russell
adolescente, una fuente de dicha y felicidad: Las matemáticas. En relación con
lo anterior, así Russell[1]
lo expresa en su Autobiografía (1967):
A los once años empecé a estudiar geometría, teniendo por
preceptor a mi hermano. Fue uno de los grandes acontecimientos de mi vida, tan
deslumbrante como el primer amor. Jamás había imaginado que pudiera haber algo
tan delicioso en el mundo. Como toda felicidad, sin embargo, no era completa.
Se me había dicho que Euclides demostraba las cosas, y me sentí profundamente
decepcionado al ver que empezaba con axiomas. Al principio, me negué a
admitirlos, a menos que mi hermano me ofreciese algún razonamiento para que lo
hiciera, pero éste me dijo: "Si no los admites, no podemos seguir
adelante.” Como yo deseaba seguir adelante, los admití a regañadientes. La duda
que me asaltó en aquel momento respecto de las premisas de las matemáticas no
me abandonó y determinó el curso de mi labor subsiguiente.
Asimismo, la educación de Russell
durante sus primeros años de vida fue impartida por sus tutores particulares,
con los cuales podía discutir sobre algunos de los temas considerados como
prohibidos en su familia. Sin embargo, estas tutorías eran poco duraderas
cuando su abuela tomaba conciencia de tal situación. Luego, en 1890, ingresa al
Trinity College de Cambridge. Mientras se formaba como estudiante de este
instituto, su profesor Alfred North Whitehead quedó tan impresionado por él que
lo recomendó a los alumnos más inteligentes de la universidad, para que lo
aceptaran como miembro de una sociedad intelectual llamada “Los Apóstoles”, en
la cual se relacionó con personas tales como John Maynard Keynes y John
McTaggart (otros miembros de aquella sociedad) que compartían su misma
curiosidad intelectual, quienes ratificaron su genio y quebraron su
retraimiento. Y así, su personalidad se transformó en una muy explícita y más
sociable.
Además, durante su cuarto año en
Cambridge, en 1894, contrajo matrimonio con su primer amor: Alyst Pearsall
Smith, una cuáquera y apasionada defensora de los derechos femeninos. Dicho
matrimonio duró diecisiete años. En el año 1902, Russell fue reconocido por su
obra: Los Principios de matemáticas, en la que intentó trasladar las
matemáticas al área de la filosofía lógica y dotarlas de un marco científico
preciso. El desvelo de Bertrand por la búsqueda científica para las matemáticas
concluyó aproximadamente en ese mismo momento, con la publicación, en 1910, del
primer volumen de Principia Mathematica;
obra sobre el pensamiento racional, de tres volúmenes elaborados junto con su
profesor Alfred North Whitehead; quien es considerado como una figura
importante en el proceso de evolución de Russell, para alcanzar la gradual
transición de estudiante a escritor independiente. Igualmente, en 1894, estudió
Ciencias morales (Filosofía), y conoció a G. E. Moore, un joven estudiante a
quien Russell había convencido para que se cambiara a estudiar filosofía, en
momentos en que este segundo consideraba que su amada matemática se enseñaba
como trucos concebidos para engañar al estudiante y, por lo tanto, leía obras
de Platón, Spinoza, Liebniz, Kant, Hegel y Bradley. Según
Castillo (2009) “Moore encabezaría un movimiento en contra del idealismo de
Bradley que luego Russell secundaría” (p. 13). Es decir, se desarrolló un
movimiento, o más bien, una rebelión contra el idealismo de Hegel y de Bradley,
denominada: Filosofía Analítica. En relación con esta época, específicamente,
en el año 1912, Russell difundió su obra: Los
problemas de la filosofía; en la que el autor expone los problemas de la filosofía, para refutar
las doctrinas del idealismo (escuela filosófica dominante en ese tiempo),
basándose en la teoría del conocimiento (epistemológico) más que en la
metafísica.
En el periodo de tiempo que estuvo
casado con Alyst, y aunque esos años estuvieron regidos por las matemáticas,
tuvo muchas desviaciones e interludios, que varios de los cuales sirvieron de
base para las ideas y obras posteriores de Russell. Es decir, abarcaban las labores extraacadémicas que se llevaron a cabo
mediante numerosos viajes a diversos países, estableciendo entrevistas y
relaciones con las personalidades relevantes del momento, tales como:
McTaggart, filósofo idealista (Profesor de Trinity College en Cambrige),
Gilbert Murray, D. H. Lawrence, Ludwig Wittgenstein, T. S Eliot, y Joseph
Conrad; para escribir, disertar y tomar partido respecto a muchos de los
importantes y controvertidos problemas de la época del siglo XX.
A partir de la Primera
Guerra Mundial, Bertrand desplegó una devoción desinteresada por los derechos
de los objetores de conciencia que protestaban contra el belicismo, aumentando
su comprensión por los sufrimientos ajenos, con una actitud pacifista que
mantuvo toda la vida. Ciertamente, la guerra le produjo un hondo sentido social
en su pensamiento; éste, pudo descubrir, en razón de sus privaciones personales
que incluyeron seis meses de cárcel, cuáles eran los poderes restrictivos del
Estado contra los cuales el individuo parecía estar inerme. Durante sus meses
en prisión, escribió la Introducción a la
filosofía matemática (1919).
Al finalizar la guerra,
en el año 1920, visitó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, animado
con los ideales de la Revolución, en compañía del Partido Laborista Británico.
Sin embargo, frente al caos de los primeros tiempos del nuevo estado soviético,
de acuerdo a la miseria y el sufrimiento que allí encontró, acabó con las
esperanzas que tenía inicialmente con respecto a los cambios que el comunismo
producía. En su libro Práctica y teoría
del bolchevismo (1920) expresó su descontento con la forma en que se
efectuaba el socialismo en Rusia. Por otro lado, opinaba que el socialismo
guildista, que corporizaba los principios de la propiedad común y de la
coparticipación en el poder, elementos esenciales para una sociedad sana,
ofrecía la mejor solución para los problemas sociales. En pocas palabras, una
forma de socialismo de mando distribuido y no centralizado. Cuando regresó de
la URSS, le propusieron que dictara un curso como profesor visitante en la
Universidad de Pekín, entre los años 1920-1921, en donde conoció a Dora Black,
su compañera durante la estadía en esa nación, y cuando volvieron a Inglaterra
se casaron.
La guerra destruyó su
temprana fe en un mundo racional, además la visita a la Rusia Revolucionaria
completó su desilusión. Mas no por eso estaba plenamente convencido de que el
hombre era incapaz de comportarse racionalmente; por este motivo, se dedicó a
esforzar la búsqueda de métodos encaminados a eliminar las causas de la locura
de los hombres. Esto lo llevó a incursionarse en el terreno de la educación, ya
que pensaba que para modificar el pensamiento social había que revisar en forma
general los sistemas educacionales. Entonces, fundó con su esposa Dora, una
escuela, Beacon High School, que fue abierta en 1927 hasta el año 1932. Se
consideró como un proyecto progresista para sus dos hijos y, por supuesto, para
sus alumnos, libre de prejuicios habituales (del espíritu religioso y
nacionalista). En aquella época, los años de su vida familiar y de trabajo en
el colegio experimental, fueron muy productivos para la función literaria de
Russell. Entre los años 1921 y 1931 participó en la edición de quince libros
suyos que abarcaban todo lo relacionado al pensamiento social e incluso algunos
estaban dirigidos al público común; entre ellos resaltan: El ABC de Átomos, El ABC de Relatividad, Matrimonio y Morales, y La Conquista de la Felicidad. En
consecuencia, por diversos motivos relacionados con los problemas económicos,
administrativos y, especialmente, por la crítica social hacia las ideas
innovadores con relación a temas controvertidos, la empresa tuvo su fracaso, y
Russell la dejó a cargo de Dora.
Por consiguiente, tras
la muerte de su hermano Frank, recibió el título de conde en Inglaterra; pero
no le concedía importancia a este nombramiento que había heredado. Asimismo, en
el año 1935, se divorcia de su segunda esposa, Dora Black. Esto último, más el
abandono de la empresa educativa, trajo un ambiente de asombro y expectación en
la población. Incluso, Russell continuaba inmerso en el período de depresión y
pesimismo ya iniciado en 1930. Pero dejando a un lado esta situación, volvió a
ocuparse de la filosofía. Por lo tanto, reaccionó violentamente cuando el
nacional-socialismo tomó el poder en Alemania, y escribió al respecto.
Pronosticó una Segunda Guerra Mundial. En el año 1936 propugnó una actitud
pacifista por parte de Alemania y, seguidamente, apoyó la política del gobierno
de Munich. También, en esta fecha, se casó con su secretaria de investigación,
Patricia Spence. Posteriormente, en 1938
fue llamado a la Universidad de Chicago para dar discursos de Filosofía.
Paralelamente, estalló la Segunda
Guerra Mundial; y al cabo de un año
de guerra Russell habría de cambiar de posición; se trataba, pues, de un
“pacifismo político relativo”, respaldando a las
fuerzas aliadas contra el ejército nazi, alegando
que a veces la contienda se justifica cuando es primordial para vencer a un mal
mayor, en este caso: el fascismo predominante.
Para el año 1940, se le asignó
ejercer una cátedra de matemáticas en la Universidad de Nueva York, pero debido
a las controversias y polémicas de sus escritos, especialmente la obra Matrimonio y morales, lo culparon por
exponer libremente sus opiniones acerca de la vida
sexual; acusado por corromper a la juventud. A causa de esto, las
autoridades de tal instituto revocaron su renombramiento, y levantaron un
proceso jurídico en su contra, con el pretexto de que su moral no era
compatible con los principios de la educación norteamericana.
En 1949, el Rey Jorge VI de Reino
Unido le concedió la Orden al Mérito. Seguidamente, en 1950, viajó a Estados
Unidos y le otorgaron el Premio Nobel de la literatura, por su extensa obra
significante de variados libros donde expone y defiende sus ideales
humanitarios y la libertad de pensamiento. Y a partir de 1952, publicó veinte
libros y varios artículos que constituyen casi un tercio de la producción de
toda su vida. Entre estas obras se encuentran sus primeros cuentos, y diversos tratados
filosóficos y éticos como por ejemplo: La
sociedad humana en la ética y la política, y Por qué no soy cristiano. Incluso, Bertrand, a lo largo de su vida,
respondió cartas que provenían de cualquier parte del mundo. En 1952, después
de su divorcio con Patricia, se unió en cuartas
nupcias con la escritora norteamericana Edith Finch.
Cuando concluyó la segunda guerra
mundial, Russell se dedicó plenamente a la lucha antibélica, para evitar la
guerra nuclear y asegurar la paz; así pues, intensificó una campaña a favor de
un gobierno mundial (una autoridad supranacional), que sería capaz de alcanzar
la paz global mediante un desarme nuclear conjunto. En el año 1958, asistió al
lanzamiento de la Campaña por el Desarme Nuclear, la cual presidía. Además,
Bertrand fundó, junto a Einstein, las Conferencias Pugwash o también llamado:
Movimiento Pugwash. En éste, participaban científicos, filósofos y humanistas, para tratar asuntos sobre ciencia y temas
sociales del mundo, con el objetivo principal de conseguir el desarme nuclear
internacional. Cabe acotar, que dicho periodo estuvo incorporado de
protestas masivas por la paz.
En resumidas, Bertrand Russell
puede considerarse como uno de los filósofos más influyentes del siglo XX,
debido a sus trabajos sobre las matemáticas y la lógica aplicadas a la
filosofía. Dicho reconocimiento es merecido, sobre todo, por su gran activismo en
el plano social-político, identificado por su pensamiento liberal. A lo largo
de su vida, no descansó para llevar adelante sus proyectos y objetivos, gracias
a su optimismo innato, y su fe en la humanidad; preocupado por el futuro, por
la justicia y por el sufrimiento de la gente en el mundo. Finalmente, fallece
el 2 de febrero del año 1970, en Penrhyndeudraeth, Reino Unido, a sus 97 años
de edad.
OBRAS
DE BERTRAND RUSSELL
El filósofo Bertrand Russell, a lo largo
de su visa, escribió más de 60 obras, en las que trataba temas de diferentes
índoles. A continuación se presentan los resúmenes de algunos de sus escritos
más célebres:
Principia Mathematica
Esta obra fue escrita por Bertrand Russell
en conjunto con Alfred Whitehead y consta de 3 volúmenes, publicados entre el
año 1910 y 1913. Planearon la elaboración de un cuarto libro, el cual trataría
de geometría, pero nunca fue terminado.
La tesis logicista, expuesta inicialmente
por Gottlob Frege, fue posteriormente estructurada y expuesta por los autores
de Principia. Según Macías (2010), dicha teoría consiste en lo siguiente:
-
La matemática pura es
una rama de la lógica, que la naturaleza de la verdad
matemática no tiene un referente empírico, sino que trata exclusivamente de las
relaciones entre los conceptos.
-
La
matemática pura, una vez que ha sido expresada como proposición lógica, es
deducible por medio de un número de principios lógicos fundamentales o axiomas.
Así mismo, el contenido de la obra
se basa en una teoría de los tipos, en números cardinales, números ordinales y
números reales. Aunque no estaban incluidos otros teoremas más profundos del
análisis de números reales, a su parecer todas las matemáticas podían ser
derivadas adoptando el mismo formalismo (Wikipedia, 2013). Cabe acotar que se
empleó el primer volumen del libro para llegar a la conclusión de que el
enunciado 1 + 1 = 2 es verdadero.
Por otro lado, en el año 1901,
mientras Russell trabajaba en su libro “Principios de las Matemáticas”,
descubrió la paradoja (declaración en apariencia verdadera que concluye en una
auto contradicción lógica o en una situación que rebate al sentido común) que
lleva su nombre. La misma surge de distinguir a los conjuntos que no son
miembros de sí mismo y lo que son miembros de sí mismos, en donde Russell toma
en consideración al conjunto de todo los conjuntos que no son miembros de sí mismos.
Este conjunto, de existir, sería parte de sí mismo si y sólo si no es parte de
sí mismo, teniendo lugar ahí la contradicción (Symploke, 2009).
Finalmente, para darle respuesta a
esta paradoja, se planteó en Principia la
teoría de los tipos, en la que se busca clasificar a los conceptos por
medio del tipo. Por ejemplo: Los números, que son considerados elementos
básicos en las matemáticas, son de primer tipo; los enunciados relativos a
números pertenecen al segundo tipo; si el enunciado afirma algo sobre
colecciones será parte del tercer tipo y así sucesivamente (Pareja, 2008).
Matrimonio y Morales
Bertrand Russell escribe esta obra en el año 1929,
en ella analiza “la organización de la familia en los sistemas
patriarcales y en las sociedades primitivas, la ética cristiana, el amor
romántico, el tabú de la educación sexual, la prostitución, el divorcio, la
eugenesia y el matrimonio a prueba” (Ambrosini, s.f.).
Así pues, Russell define al matrimonio
como la experiencia humana más fructuosa, y su
institución es importante para la
procreación. Según Cuello (2008), en el escrito se presentan dos tesis, una
conservadora y otra innovadora:
-
La
primera busca defender la estabilidad del matrimonio, debido a la importancia e
interés que radica en la felicidad de los hijos.
-
La
segunda se basa en la doctrina de la libertad de los cónyuges. En la cual se
establece que si el matrimonio se hace insostenible y teniendo hijos, se
permite tener relaciones sexuales extramatrimoniales sin deshacer la unión,
siempre que no se procreen hijos en las mismas. Para Russell esta práctica no
correspondía a una herejía moral.
En el matrimonio hay factores que influyen
en la felicidad o infelicidad de las parejas. Entre los más importantes se
encuentran los siguientes: El hecho de que cuando las personas son más civilizadas, se reduce la
capacidad de que los cónyuges vivan juntos por siempre. Además, si poseen gustos, ocupaciones, intereses
múltiples y cambiantes, la insatisfacción es más frecuente, ya que entre ellos
esperan que haya una mutua correspondencia, lo que es imposible por lo dicho
anteriormente.
Una condición favorable para la felicidad
de las parejas es la escasez de mujeres solteras, ya que si los hombres no
tienen posibilidades de tener relaciones sexuales con otra mujer, estos se
adaptan a la situación y toleran el matrimonio. También un alto nivel de
felicidad puede ser posible, si las mujeres no se poseían altas expectativas de
alcanzar la placidez en la unión matrimonial. Esto explicaría la estabilidad
que se mantiene en los vínculos por conveniencia.
En el escrito se explica que el matrimonio
debería ser concebido de otra forma, procurando que en la relación entre un
hombre y una mujer se contemplen las personalidades de los dos, además de que en
dicha unión cada uno salga fortalecido y enriquecido. Algo esencial en éste es
que exista respeto mutuo hacia la personalidad de cada cónyuge, y que además
sea combinado con la intimidad profunda, física, espiritual, mental.
Si en la unión matrimonial se conciben
hijos, la estabilidad del mismo es un factor importante en el buen desarrollo y
en el bienestar integral de los niños. Aunque la pasión física se haya
extinguido en una relación, el amor hacia estos es tan grande que logra
mantener al marido y a la mujer unidos por un vínculo inquebrantable.
En lo que respecta al tema del amor, éste
es considerado como lo más bello que puede existir en las relaciones humanas,
además permite que las personas se liberen de la soledad. Esto lo lleva a
ocupar uno de los lugares más importantes en la vida. Para que pueda subsistir,
la mayoría de las veces se debe sacrificar lo de menos importancia, pero de
modo voluntario porque si no se destruirían sus bases.
Para el desarrollo del amor libre se
presentan algunos obstáculos. Como es en el caso de la educación tradicional,
que le confiere un sentido pecaminoso. A su vez ésta promueve que la mujer debe
llegar virgen al matrimonio, generando que su inexperiencia no le permita
diferenciar entre el amor verdadero y una atracción pasajera. Otra barrera es
el miedo que se tiene de perder la individualidad, lo cual Russell califica
como un terror insensato (Cuello, 2008).
Russell opina que hay causas de infelicidad
provenientes de la mala educación sexual, un claro ejemplo de esto, es que los
cónyuges al creer en una serie de “tabúes” son incapaces de conllevar una
relación generosa y amorosa. Es muy importante que las personas no sean
desconocedoras de este tema, debido a que es perjudicial para el desarrollo de
sus vidas. Por lo tanto, no se debe conservar a los niños ignorantes respecto a
cuestiones de sexo, ya que podrían deducir que sus padres los engañan en vez de
enseñarles.
A los jóvenes no se les debe presentar el
sexo como algo misterioso, debido a que esto acrecienta su curiosidad sobre el
tema, más bien debe ser tratado con naturalidad. Si se educa basándose en la
creencia del pecado, no se obtendrán resultados tan favorables como si se
hiciera al contrario.
Respecto al divorcio, se manifiesta en la
obra que el adulterio no es una causa para que el matrimonio finalice. Si uno
de los cónyuges decide mantener relaciones con otra persona, pero con el
consentimiento del otro, de dicha unión no deben nacer hijos, ya que en caso de
que llegara a ocurrir la situación se volvería compleja (Cuello, 2008).
Según Russell las causas que pueden llevar
a un divorcio son las siguientes: la locura, la embriaguez o el crimen de
alguno de los esposos; también puede deberse a que el hecho de vivir juntos ya
es insoportable para la pareja, el trabajar en diferentes ciudades, o la pasión
de un cónyuge por otra persona.
Por último, el matrimonio no debería ser
considerado como existente mientras no tuvieran hijos, ya que una relación
estéril carece de importancia para la sociedad ni tiene validez para que una
institución legal se ocupe de él, porque el objetivo último y prioritario es la
concepción de los hijos.
El
Caso por el Socialismo
Russell se declaró como
socialista en diversas oportunidades, lo que lo motivó a escribir este famoso
ensayo en el año 1935. En los tiempos previos a la segunda guerra mundial, el
marxismo, doctrina a la que se oponía, se encontraba presente en la sociedad.
Se creyó que el socialismo sería implantado a la fuerza, debido al
resentimiento de los pobres hacia los dueños de los medios de producción. Por
otro lado, las personas con más recursos económicos se sintieron amenazadas
ante tal planteamiento, resultando así en resistencia a este sistema.
Russell en defensa de este modelo, lo define
en su obra como “un sistema social en que el Estado es el menos dueño del poder
económico, de la tierra y los minerales, el capital, la banca, el crédito y el
comercio exterior; y políticamente, es democrático” (Castillo, 2010). A su
parecer, una sociedad más justa es aquella concebida bajo el modelo socialista,
el cual haría más felices a todos. Además, espera que mediante la razón y no la
imposición, el socialismo se irá estableciendo gradualmente en las naciones.
A nivel económico, la propiedad privada
que no implique poder de este tipo tendrá la capacidad de sobrevivir, la cual
será común en una sociedad socialista. Respecto a los medios de opinión y todo
lo concerniente a ellos, como por ejemplo la propaganda política, deben
limitarse a ser guiados por una genuina competencia, basándose en instrumentos
legales e institucionales que eviten que sean controlados por el gobierno o por
cualquier monopolio. Por consiguiente la competencia debe tener un carácter
cultural e intelectual, más no económico.
Existe un dilema acerca de la libertad del
individuo, ya que ésta se ve en peligro cuando el Estado tiende a hacerse
constantemente más poderoso, dando pie a que la política y la economía sean
dominadas por organizaciones, y el individuo se vuelva más indefenso ante todo
esto. Pero Russell propuso una solución a lo anteriormente dicho: plantea la
devolución del mando a organizaciones que sean creadas por hombres y que tengan
fines específicos, para que los integrantes puedan velar por intereses comunes y
objetivos justos para todos. Mediante esta resolución, el Estado pasaría a ser
una autoridad federal, y se establecería un gobierno mundial, cuyo fin sería
evitar la guerra y gobiernos nacionales.
Según Castillo (2010) los argumentos
planteados por Russell para apoyar al socialismo como sistema de gobierno son
los siguientes:
- El
motivo principal del capitalismo es obtener beneficios económicos, los cuales
tienden a reducirse en una sociedad regida por este modelo.
- La
distribución del descanso no es apropiada debido al deseo de obtener el
beneficio económico.
- Mientras
se mantenga el motivo del beneficio económico, la inseguridad económica se
mantendrá.
- Ya
no se puede tolerar que hayan personas “paradas” y “parásitas”.
- Si
se espera que la democracia subsista, la educación debe ser democratizada.
- Cuando
el socialismo democrático se establezca, las artes florecerán.
- El
motivo del beneficio económico no debe influenciar en la creación de numerosos
servicios públicos que se necesitan.
- Mientras
esté presente la economía competitiva, la guerra no podrá detenerse.
En el socialismo, el Gobierno establecería
qué y cuánto se debe producir, en vez de perseguir el beneficio económico. Sus
cálculos podrán tener errores, pero serán menos dañinos que los que generan los
cálculos individuales al estimar la demanda para competir en el mercado. Se
reconoce que surgirán nuevas invenciones o innovaciones no previstas en los
planes gubernamentales, pero las autoridades permitirán que la transición de la
producción de los viejos a los nuevos
productos en la manufactura sea más gradual.
En el caso de los desempleados, este
sistema tomará medidas como reducir las horas de labor. La seguridad social no
dejaría sin un sueldo a la persona que quiere trabajar y que está en busca de
empleo. Además, el trabajo les será impuesto a aquellos que no contribuyen con
la sociedad y el bien común, aplicándose esto mediante leyes penales, sin ser
influenciado por razones económicas. Se
quiere que cada persona reciba un salario, para que ningún individuo dependa de
otro, preservando así la seguridad económica.
En conclusión, hasta que el socialismo no
esté presente en todos los países, seguirán existiendo amenazas de guerras
entre naciones, pero lo países socialistas no se armarán con el fin de agredir
a otros, sino como un medio de protección.
Por Qué no soy Cristiano
La obra se basa en una conferencia pública, en la
que participó Bertrand Russell el día 6 de marzo de 1927 en el ayuntamiento de
Battersea, Londres. El mismo año se distribuyeron panfletos a la población, los
cuales contenían las ideas expuestas en dicho encuentro. Después de un tiempo,
el contenido de los mismos fue reeditado y pasó a formar parte del libro “Por
qué no soy cristiano y otros ensayos sobre religión”, publicado en 1957.
El escrito comienza explicando qué
significa ser un cristiano, ya que para Russell este término es empleado a la
ligera por muchas personas. A su parecer esta condición no debe implicar
necesariamente una vida virtuosa. Para ser parte de esta religión hay que
cumplir con dos cosas esenciales: primeramente hay que creer en Dios y en la
inmortalidad, y segundo, hay que tener algún tipo de creencia en Cristo; no
necesariamente hay que considerarlo divino pero sí, por lo menos, como el mejor
y más sabio de todos los hombres. Russell no encuentra razones suficientes para
creer en nada de “eso”, así que no se considera cristiano.
Respecto a la existencia de Dios la
Iglesia ha dado a conocer varios argumentos racionales, entre algunos de ellos
se encuentran:
- El Argumento de la
Primera Causa: En éste se explica que todo tiene una causa, y la causa
de todo es Dios. Pero esto es contradictorio para Russell, ya que como Dios no
tiene una causa, el argumento es inválido.
- El Argumento de la Ley
Natural: Expone que las leyes naturales existen debido a que un Dios la ha
preestablecido. Pero en la actualidad se conoce que muchas cosas que se
consideraban como leyes son en realidad convencionalismos humanos, teniendo el
azar más poder en la realidad. Además, las leyes humanas son confundidas con
las leyes naturales. Las primeras tienen como fin que las personas actúen de una
manera determinada, pudiendo ser obedecidas o no; las segundas describen cómo
ocurren realmente las cosas. Russell (1979) explica que si Dios hizo las leyes
por su propio gusto y sin tener ninguna razón, entonces esto no estaría
sometido a la ley, y por lo tanto el orden de la ley natural queda interrumpido.
- El argumento del plan: El
mundo fue creado para que podamos vivir en él, y si sufriera alguna variación,
no podría existir la vida. Para Russell (1979) dicho argumento no tiene
sentido, ya que desde Darwin se conoce que las criaturas vivas se adaptan al
medio, mas no éste a ellas. Hay eventos en el mundo que no responden a un plan
determinado, por ejemplo, la evolución.
Debido a que las explicaciones de la Iglesia eran débiles, se
desarrollaron unos argumentos morales:
- El argumento del bien y
el del mal: Fue creado por Kant y establece que “si Dios no existiera” no
habría ni bien ni habría mal (Ramos, 2009). Esto se puede rebatir, ya que la
diferencia entre el bien y el mal provendría de Dios, y si éste es bueno
entonces sus mandatos tendrían esta misma característica. Así que hay que decir
que el bien y el mal no los hizo Dios, sino que son lógicamente anteriores a éste
(Russell, 1979).
- El argumento del
remedio de la injusticia: “Es necesario que
exista Dios para que sea posible un mundo más justo, mejor que el actual”. El argumento carece de base, porque la
injusticia actual permite que sea más viable negar que Dios existe (Ramos, 2009).
Russell cree que aunque se haya establecido
toda una serie de contraargumentos, posiblemente el creyente común no los
tomará como ciertos, ya que el individuo prefiere preservar la sensación de
seguridad que le brinda la religión, y no las explicaciones científicas de la
realidad (Ramos, 2009).
Según Ramos (2009), Russell
explica que “Sobre la excelencia
superlativa de Cristo, se trata de dilucidar si él era el mejor y el más
sabio de los hombres. Definitivamente, no se puede hablar de su existencia
histórica, la cual es dudosa. Pero es posible sacar algunas conclusiones a
partir de la lectura de los Evangelios”.
Entre los aspectos positivos del carácter
de Cristo se encuentran: su pacifismo, su generosidad y su desprendimiento de
los bienes materiales. Sin embargo, no son exclusivos de él, ya que también
fueron practicados por Lao-Tsé y Buda. Pero hay algo importante que recalcar:
los mismos cristianos no practican estos principios.
No
obstante, la superioridad absoluta de Cristo puede ser contrariada debido a los
aspectos negativos de su carácter, que se encuentran descritos en los
Evangelios. Algunos de ellos son: su tendencia a prometer su regreso inminente,
lo que genera que los creyentes sientan indiferencia hacia los problemas
actuales. Otro es su intolerancia hacia los que no compartían su pensamiento,
lanzando maldiciones y condenas al infierno. Asimismo, esto ha sido causante de
que se presenten sentimientos de culpabilidad, no necesarios, en las personas. Por
lo tanto, Russell sitúa a Buda y Sócrates por encima de Cristo.
Las personas aceptan a la religión
fundamentalmente por causas emocionales.
Es común que se diga que no debe ser atacada, debido a que provoca que los
seres humanos se vuelvan virtuosos. Pero históricamente se ha demostrado que
mientras más fanatismo religioso hay, los hombres se vuelven más crueles. Los
principales enemigos del progreso han sido las iglesias organizadas, ya que la
moralidad para ellas se basa en estrechas reglas de conducta que no promueven
la felicidad humana, si no el sufrimiento (Ramos, 2009).
En resumen, las creencias religiosas se
basan en el miedo: a la derrota, a lo desconocido y a la muerte. El temor es el
padre de la crueldad y el mal, que a la misma vez se complementa con la
religión. Para hacer frente a ésta y a sus males, hay que concentrarse en el
desarrollo científico, el cual es capaz de liberar de la cobardía y el miedo.
Hay que procurar buscar las soluciones a los problemas que aquejan al mundo,
para así convertirlo en un lugar mejor.
PENSAMIENTO
DE BERTRAND RUSSELL
Bertrand Russell llamó a su filosofía Atomismo Lógico, esta lógica atomista
supone que el mundo se compone de entidades independientes y aisladas, que
pueden ser conocidas sin referencia al resto del universo, directamente en sí
mismas. La idea básica del atomismo lógico es que el mundo posee la estructura lógica
de la matemática. Del mismo modo, sostiene que el criterio último de verdad de
una proposición consiste en la descomposición de la misma en elementos más
simples y la confirmación de estos. La idea fundamental del atomismo lógico es construir
una filosofía valida universalmente. Para ello, no sigue el camino de la
matemática sino el de la lógica, la
filosofía se identifica con la lógica, y esta con el análisis del leguaje,
haciendo de él un vehículo adecuado de la ciencia. En este sentido Russell dice:
“creo que la lógica es lo fundamental en la filosofía, y que las escuelas
deberían caracterizarse por su lógica antes que por su metafísica”. Para el
atomismo lógico la misión de la filosofía era realizar un análisis del
lenguaje, con objeto de distinguir entre las proposiciones con sentido de las
que carecen de él. Y este análisis se fundamenta en la existencia de las
proposiciones atómicas, elementos básicos de cuya correcta construcción se
derivará la validez de las proposiciones moleculares, que, conjuntamente con
las primeras, han de construir un lenguaje perfecto como vehículo adecuado del
saber científico.
Russell es considerado uno de los fundadores de la Filosofía Analítica,
junto a G. E. Moore. Ésta rama de la filosofía, Según Castillo (2009) es: “La
filosofía analítica, nace a principios del siglo XX como un rechazo a la
especulación filosófica literaria poco conocedora de los logros científicos;
particularmente como oposición al idealismo hegeliano que enseñaban los
profesores de Moore y Russell en Cambridge.” (p. 47). Russell estaba especialmente disgustado por
la doctrina idealista de las relaciones internas,
ya que estas mantienen el hecho de que para poder conocer precisamente una cosa
se debían conocer todas sus relaciones; no obstante Russell sustentaba la
individualidad de cada “cosa” Debido a ello, comienza a defender el logicismo,
la teoría de que las matemáticas eran, en síntesis, reducibles a la lógica. Para
defensa del logicismo, Russell partió de la idea de que los números pueden ser
identificados con clases de clases y que las estipulaciones numérico-teóricas
pueden ser explicadas en términos de la identidad y cuantificadores. De ésta
manera, comenzaría a utilizar la lógica para simplificar temas en los
fundamentos matemáticos, y tiempo después utilizar la lógica como clarificador
de diferentes aspectos en la filosofía,
naciendo de esta manera la Filosofía Analítica, a través de la cual se
pretendía acabar con los excesos de la metafísica. Russell creía que la función
principal de la filosofía era la de eliminar la confusión, clarificando las
estipulaciones más genéricas sobre el mundo para explicarlas.
Del
mismo modo, la teoría del conocimiento
de Russell atravesó por diversas etapas al haber descartado, en su juventud,
las posiciones del idealismo, que consideran que el elemento fundamental de la
realidad son la conciencia, la razón, el espíritu y sus ideas, que dado que es
el sujeto quien posee estas ideas, son el elemento fundamental de la realidad,
él tiene un papel activo en la constitución del conocimiento y que lo que
conocemos directa o indirectamente son nuestras ideas de las cosas y no las
cosas mismas. Contrario a esto, Russell argumenta que las experiencias directas
de las personas tienen un papel primordial en el desarrollo del conocimiento,
comenzando con del individuo o la mente individual. De este modo Russell,
partiendo de los datos de la experiencia personal, se plantea reconstruir gradualmente
el mundo externo. Consolidándose de esta forma como un realista filosófico
durante el resto de su vida, durante un tiempo creyó que únicamente se podían
conocer las cosas a través de “datos sensoriales” (percepciones de colores,
sonidos, sabores, etc.) y que todo lo demás, inclusive los objetos físicos que
son representados por éstos datos sensoriales, únicamente pueden ser deducidos
o inferidos, en otras palabras conocidos por su descripción y no
verdaderamente.
Aunado a esto, estaba convencido de que los sistemas educacionales
debían ser revisados exhaustivamente, ya que solamente a través de ellos se
podría modificar el pensamiento social, motivado por esto inaugura su propia
escuela en 1927. Pensaba que la educación no debía servir a fines nacionales sino internacionales, y que a los
estudiantes se les debía enseñar a competir contra de la naturaleza y no entre
ellos mismos. Asimismo, manifestando su condición de pacifista afirma que
deberían abolirse los gastos destinados a armamentos para utilizar este dinero
en la educación, para pagar mejores sueldos a los maestros y mejorar los
institutos de educación. Del mismo modo
que se debían asegurar empleos pagos a los jóvenes luego de que estos terminaran
su educación formal.
Debido a su postura antinacionalista en una carta publicada en el libro Bertrand Russell Responde (1977) explica
cuál es la principal razón por la que los pueblos del mundo no se entienden
entre sí, exponiendo: “Opino que hay dos razones capitales por las que las personas
de distintos países no se entiende entre sí. Una reside en la diferencia de
idioma, y la otra en el énfasis que la educación pone en el nacionalismo. Antes
de haber sido influidos por la instrucción, los muy jóvenes tienen pocas
dificultades para entenderse con los extranjeros de su misma edad. Aprenden
fácilmente sus respectivos idiomas y las diferencias los divierten en lugar de
chocarles.”
Por
otra parte, Russell, a lo largo de su vida condena fuertemente la condición de
fanatismo. En referencia a esto, en uno de sus tantos escritos comenta que el
fanatismo dueño de un gobierno es peligroso porque apenas juzga posible la
cooperación con los demás. La esencia del fanatismo, según Russell (1959),
sería considerar una determinada cosa más importante que otra. Consiste en
pensar un asunto tan apabullantemente que no existe nada más que eso. Con esto,
queda claro que el principal riesgo de un gobierno practicante de algún tipo de
fanatismo, sería que éste sólo consideraría relevantes a sus creencias e
ideales. Asimismo, Bertrand (1959) expone que la situación conflictiva entre
oriente-occidente se debía, principalmente, a la creencia fanática en el
comunismo y en el anticomunismo, los cuales, además, crearon su propio credo.
En el campo de la Ética, Russell escribió
sobre numerosos temas de esta categoría. En su libro “Ética y política en la sociedad humana”, sustentada por una
recopilación de sus ensayos más importantes sobre ética, política y sociedad,
escritos entre los años 1945 y 1954, examina los fundamentos de la ética y los
principios que deberían sustentar una ética no dogmática. Es decir, reglas que
supriman las malas pasiones y estimulen las buenas y que no nazcan de dogmas o
credos generalmente productos de supersticiones, sino de la razón aplicada a la
consecuencia de fines de justicia, seguridad, paz y libertad. Para este
filosofo el bien debía entenderse cómo la búsqueda de la felicidad humana, lo
que constituye esta felicidad es un tema rodeado de mucha polémica. Por lo
tanto, las circunstancias necesarias para la felicidad humana se modificarán. Y
el correcto deber ético es representado por la búsqueda de esta felicidad tal
como cada quien la imagina. Del mismo modo, una de sus más resaltantes
contribuciones al campo de la Ética, es un decálogo publicado en la New York
Times Magazine, el 16 de diciembre de 1951, en un artículo llamado The Best Answer To Fanaticism: Liberalism;
mediante el cual establece 10 mandamientos, acerca de cómo se debe actuar con
libertad en búsqueda de la verdad, sin hacer caso de dogmas o aceptar verdades
absolutas:
- No
estés absolutamente seguro de nada.
- Nunca
intentes oponerte al raciocinio, pues seguramente lo conseguirás.
- No
creas conveniente actuar ocultando pruebas, pues las pruebas terminan
por salir a la luz.
- Cuando
encuentres oposición, aunque provenga de tu esposo o de tus hijos, trata
de superarla por medio de la razón y no de la autoridad, pues una victoria
que dependa de la autoridad es irreal e ilusoria.
- No
respetes la autoridad de los demás, pues siempre se encuentran autoridades
enfrentadas.
- No
utilices la fuerza para suprimir las ideas que crees perniciosas, pues si
lo haces, ellas te suprimirán a ti.
- No
temas ser extravagante en tus ideas, pues todas las ideas ahora aceptadas
fueron en su día extravagantes.
- Disfruta
más con la discrepancia inteligente que con la conformidad pasiva, pues si
valoras la inteligencia como debieras, aquella significa un acuerdo más
profundo que ésta.
- Muéstrate
escrupuloso en la verdad, aunque la verdad sea incomoda, pues más incómoda
es cuando tratas de ocultarla.
- No
sientas envidia de la felicidad de los que viven en el paraíso de los
necios, ´pues sólo un necio pensará que eso es felicidad.
Con respecto a la religión, Russell en su
ensayo ¿ha hecho la religión
contribuciones útiles a la civilización? decía lo siguiente: “mi opinión
acerca de la religión es la misma de Lucrecio. La considero como una enfermedad
nacida del miedo, y como una fuente de indecible miseria para la raza humana”.
Sin embargo, no se sabe con certeza si era ateo o agnóstico, si bien es cierto
que durante su vida rechazó la existencia de un ser supremo, no podía probar la
inexistencia o existencia de Dios. Del mismo modo, creía que el hecho de tener
que renunciar a la vida propia para prestar un servicio imaginario a un Dios
solamente es una forma de enaltecer el masoquismo y la humillación personal
ante el poder. Es de destacar que para Russell uno de los factores necesarios
para construir una sociedad en la que se fomente en la cooperación y no en la
competencia mediante la sustitución de los mitos y supersticiones que rigen al
mundo, por códigos de una ética racional. Esto debido a la creencia de Russell
de que todas las religiones creen en cosas de las que no se tienen pruebas,
creencias que deben ser sustituidas por el respeto a las pruebas. Además de
criticar la existencia de Dios desde un punto de vista filosófico, en varias
oportunidades demostró ironía y sarcasmo respecto al tema, como en una
entrevista en la que le preguntaron qué le diría a Dios, si después de la
muerte se lo encontrara de frente, Russell contestó “yo le preguntaría: ¿Dios
mío, por qué hiciste la prueba de tu existencia tan difícil?
En numerosas oportunidades, Russell se
declaró socialista. En uno de sus más famosos ensayos, El caso por el Socialismo (1935) Bertrand expone:
Por mi
parte, aunque soy un socialista convencido como el más ardiente marxista, yo no
considero al socialismo un evangelio de la venganza proletaria, ni siquiera
como un medio de asegurar la justicia social. Lo considero primeramente como un
ajuste a la maquinaria de la producción demandada por consideraciones del
sentido común, y calculada para aumentar la felicidad, no sólo de los
proletarios, sino para todos exceptuando una pequeña minoría de la raza humana.
Igualmente, él estaba convencido de que el
progreso podría ser obtenido por medio de la política y la libre discusión, ya
que esto conllevaría a una propicia expansión de la democracia parlamentaria;
además, defiende la idea del libre comercio. Pero, a la vez, la nacionalización
de la tierra. Alcanzando de este modo, una sociedad libre y cooperativa, en la
que no existiese la propiedad privada o estatal, puesto que consideraba a ésta
última como un método del Estado para hacerse con un poder despótico. Por otro
lado, se mantiene muy alejado del pensamiento marxista, porque consideraba que
dicha doctrina se centraba únicamente en los aspectos económicos. En cambio,
para Russell, un hombre sólo alcanzaría la felicidad mediante el desarrollo de
aspectos tales como: libertad y
creatividad, dejando a un lado los bienes materiales. Su obra “La
obra Teoría y práctica del bolchevismo”,
es un escrito en el que manifiesta su desacuerdo con el sistema político
de la unión soviética y la manera en la que allí se estaba llevando el
socialismo.
Además, Russell tenía la percepción de un
sistema de gobierno mundial, cuyos principales objetivos serían: a) regular el
armamento nuclear y b) evitar por todos los medios posibles al desarrollo de
alguna guerra. Sin embargo, los entes nacionales deberían encargarse todo lo que
no sea referente a prevenir hechos bélicos; y éstos, a su vez, dejarían al
alcance de las autoridades locales aquellos problemas (cercanos a estas
autoridades) que les sean posibles solucionar.
Cabe acotar que en
los años cercanos a la Segunda
Guerra Mundial, apoyó la política de
apaciguamiento. Por otra
parte, en 1943 llamó a su postura “pacifismo político relativo”. Sostenía que
la guerra era un mal enorme, pero que en algunas circunstancias particulares
extremas, podría ser el menor de múltiples males. Por ello, en el año 1940
reconoció que para preservar la democracia Hitler tendría que ser derrotado,
porque al vivir en un mundo bajo la ideología nazi se perdería todo lo que por
lo que valía la pena vivir civilizadamente.
Por otro lado, su
opinión respecto a la sexualidad consistía en que el adulterio entre un hombre
y una mujer no es necesariamente inmoral, si ellos realmente se aman. Así pues,
defendió los “matrimonios experimentales”, relaciones formalizadas donde
jóvenes podían tener de forma legítima relaciones sexuales sin esperar permanecer
casados a largo plazo o tener hijos. Esto puede no parecer extraño hoy en día,
pero fue suficiente para desencadenar acaloradas protestas y fuertes denuncias
en su contra, durante su visita a los Estados Unidos poco después de la
publicación del libro Matrimonio y
Morales. Por lo visto, Russell estuvo adelantado a su época al apoyar una educación sexual abierta
y un amplio acceso a métodos anticonceptivos.
También, consideraba que el divorcio se debía efectuar de manera fácil, pero
sólo si el matrimonio no había tenido hijos. La visión de Russell era que los
padres tenían que permanecer casados pero tolerantes hacia las infidelidades
del otro. De igual forma, con respecto al amor, Bertrand hace referencia a un amor
pasional que es en el que dos seres se vuelven uno, yendo más allá de la
satisfacción sexual (mental y física).
CONCLUSIÓN
Bertrand
Russell vivió una larga e intensa vida. Incursionó en tantos campos como le fue
posible, haciendo grandes aportes para cada uno de éstos. Es evidente que dejó
un legado invaluable para la humanidad, enseñándonos que sí es posible, aunque
no fácil, crear un mundo mejor, en el cual no existan injusticias sociales, y
que toda las personas, indiferentemente de la raza o sexo, convivamos en
libertad y paz.
Igualmente,
nos muestra que debemos dejar de basar nuestra vida en los dogmas religiosos,
ya que no hay buenas evidencias que justifiquen la existencia de los mismos. Al
contrario, debemos tomar en cuenta la trascendencia del conocimiento,
concentrarse en el desarrollo científico, por medio de la razón
y la lógica, para así poder alcanzar la verdad de los hechos, buscar
las soluciones a los problemas, dejando a un lado los
prejuicios, creencias, costumbres y tabúes impuestos por la sociedad. Debido
que éstos pueden tergiversar, de cierto modo, el pensamiento del hombre, los
sistemas educativos y establecer lo que está “bien” y lo que está “mal”.
Russell trató de implantar un sistema educativo liberal, apartando los
prejuicios puritanos de la época, enfocado en el aprendizaje empirista y
autosuficiente de sus alumnos, rechazando los modelos académicos de tendencia
religiosa y nacionalista propios del siglo XX.
Russell
realizó viajes por algunos países del mundo para estudiar, escribir y disertar
sobre las culturas, sistemas políticos y los importantes problemas y
acontecimientos de la época. Cuando viaja a la Unión de las Repúblicas
Socialistas Soviéticas, al principio motivado por la revolución rusa y el
sistema político de Lennin, siente decepción con respeto a la miseria y sufrimiento
que pudo ver en el pueblo, pero además observó que los seguidores del
presidente Lennin estaban sumergidos en fanatismo. Para Russell (1959) el
fanatismo consiste en pensar un asunto tan apabullantemente que no existe nada
más que eso; y aunque los fanáticos se sienten confortables, los unos a los
otros, se produce algún tipo de odio hacia el otro grupo, lo cual genera
parcialidad. Según él, la situación conflictiva entre oriente-occidente se
debía, principalmente, a la creencia fanática en el comunismo y en el
anticomunismo, los cuales, además, crearon su propio credo. Bertrand sostuvo
que el principal riesgo de un gobierno practicante de algún tipo de fanatismo,
sería que éste sólo consideraría relevante sus creencias e ideales.
A pesar de que Russell estuvo en desacuerdo con la práctica del
socialismo y comunismo en la URSS, puede considerarse como un
“social-demócrata”. Convencido de que el progreso podría ser obtenido por medio
de la política y la libre discusión, ya que esto conllevaría a una propicia
expansión de la democracia parlamentaria; apoyaba una forma de socialismo de
mando distribuido y no centralizado. Además, defendió la idea del libre
comercio. Pero, al mismo tiempo, la nacionalización de la tierra. Alcanzando de
este modo, una sociedad libre y cooperativa, en la que no existiese la
propiedad privada o estatal.
Por consiguiente, el pensamiento demócrata
de Russell “traspasó” los límites, pues él defendía la creación de un gobierno
mundial. Se trataría de una autoridad supranacional encargada de evitar por
todos los medios posibles al desarrollo de alguna guerra para garantizar la paz
global. No obstante, los entes nacionales deberían encargarse de todo lo que no
sea referente a prevenir hechos bélicos; y éstos, a su vez, dejarían al alcance
de las autoridades locales aquellos problemas (cercanos a estas autoridades)
que les sean posibles solucionar. Esta idea de un “mundo sin fronteras” es al
parecer utópica, pero es un incentivo para muchos que luchan por un mundo en
paz, cooperativo y, por supuesto, unificado.
Así mismo, Bertrand se destacó en el campo
de las matemáticas, y su obra cumbre dentro de esta área fue Principia
Mathematica, hecha en colaboración con su profesor universitario A. N.
Whitehead, en la cual mediante la explicación de los axiomas matemáticos
simplificó la matemática a la lógica. Además, tuvo relevancia como escritor, lo
cual le valió un Premio Nobel a la Literatura en el año 1950. También, fue un
popular activista de las causas pacíficas y justas, incentivado por la época en
que vivió, marcada por grandes e inimaginables cambios en el ámbito político,
social y tecnológico a nivel mundial.
Sus ideas y posturas son aplaudidas incluso actualmente, siendo éstas de
rasgos auténticos, empiristas, lógicos y un tanto liberales que generaron
polémica y controversia durante el siglo XX. Pero a pesar de ello, son de gran
aceptación en las sociedades. En referencia a los temas sociales, Russell
describía, criticaba y daba su concepción de cómo debería ser el mundo, siendo
un firme creyente de que el mismo es netamente perfectible, si sabemos
reconocer cada elemento que lo compone.
Polifacético y evolucionario con respecto a sí mismo y sus ideas,
perteneciente, además, a un tiempo que pedía cambios constantes en la sociedad.
A lo largo de su vida, se dedicó a darles explicaciones, por medio de sus
experiencias, a ciertos acontecimientos y problemas existentes en el mundo.
Puede resumirse que este filósofo estuvo motivado por tres pasiones en
toda su vida: el ansia del amor, la búsqueda del conocimiento y una
insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. En pocas palabras,
Russell sintió un gran entusiasmo por el Amor, la Verdad y la Justicia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Medios Impresos
Feingberg,
B. y Kasrils R. (1977). Bertrand Russell
Responde. Cartas Seleccionadas 1950-1968. Barcelona: Granica Editor S.A.
Carvajal, A. (2000). Evolución del Pensamiento Político de
Bertrand Russell. Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica.
94 (65-75), 115.
Castillo,
A. (2010). Bertrand Russell: Retrato Intelectual. (1a ed.). España: Ediciones
de Intervención Cultural, S.L.
Fuentes Electrónicas
Ambrosini, C.
Matrimonio y moral según Bertrand Russell. [Documento en línea]. Consultado el 21 de abril de 2013 en: ambrosini.com.ar/textos/rusell.htm
Bertrand Russell. [Página web en línea]. Consultada el 26 de abril del
2013 en: www.filósofos.net/russell/
Byron, D. (2011). Paradojas Matemáticas. [Página web en línea].
Consultado el 23 de abril del 2013 en: http://barcedavid.blogspot.com/2011/01/paradojas-matematicas.html
Contexto Histórico de Europa en los
siglos XIX y XX (s.f)
[Documento en línea]. Consultado el 29 de abril de 2013 en: http://www.lopezdemendoza.es/desc/Filosofia/apuntesrussell.pdf
Cuello, C. (2008). Bertrand Russell - Matrimonio y moral.
Concepciones acerca del matrimonio y divorcio. [Documento en línea]. Consultado el 21 de abril del 2013 en: http://cefys.org.ar/mesas/2008/cuello.pdf
Época Victoriana
(s.f) [Documento en línea]. Consultado
28 de abril de 2013 en: https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%89poca_victoriana
Imperio Británico
(s.f) [Documento en línea]. Consultado
el 28 de abril de 2013 en: http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_brit%C3%A1nico
Macías, Moisés (2010).
Un primer acercamiento a Bertrand Russell. [Documento en línea]. Consultado el 22 de abril del 2013 en: http://difusiondefilosofia.blogspot.com/2010/03/un-primer-acercamiento-bertrand-russell.html
Muñoz, R. (n.d). Paradojas,
Acertijos y Demostraciones Inválidas. [Documento en línea]. Consultado el
23 de abril del 2013 en: http://www.fa.upc.es/websfa/fluids/TJM/pdf/Paradojas_acertijos_y_demostraciones_invalidas.pdf
Paradoja de Russell (2009). [Página web en línea]. Consultado el 22 de abril del 2013 en:
http://www.symploke.trujaman.org/index.php?title=Paradoja_de_Russell
Pareja, Diego
(2008). Teoría de los tipos. Concepto lógico de tipo. [Documento en línea]. Consultado el 22 de abril
del 2013 en: http://www.matematicasyfilosofiaenelaula.info/Epistemologia%202009/Frege,%20Russell%20y%20el%20Logicismo.pdf
Por qué no soy
cristiano. (n.d). [Documento en
línea]. Consultado el 24 de abril del 2013 en:
http://es.wikipedia.org/wiki/Por_qu%C3%A9_no_soy_cristiano
Principia
Mathematica. (n.d). [Documento en
línea]. Consultado el 23 de abril del 2013 en: http://es.wikipedia.org/wiki/Principia_mathematica
Ramos, F. (2009). Resumen de “Por qué no soy Cristiano” de Bertrand
Russell. [Documento en línea]. Consultado
el 22 de abril del 2013 en: http://es.scribd.com/doc/17706185/Francisco-Ramos-Resumen-de-Por-que-no-soy-cristiano-de-Bertrand-Russell
Russell, B. (1979) Por qué no soy
Cristiano. [Libro en línea]. Consultado el 22 de abril del 2013 en: http://es.scribd.com/doc/11522576/Bertrand-Russell-Por-Que-No-Soy-Cristiano
Fuentes audiovisuales:
Polibioinexistente (2011, junio 17). Las Tres Pasiones - poema de Bertrand Russell (subtitulado). [Archivo de Video]. Recuperado de: http://www.youtube.com/watch?v=kbDV0--QBV0
Polibioinexistente
(2013, febrero 23) Entrevista (1959) Religión, fanatismo y tolerancia (Bertrand Russell)
. [Archivo de
Video]. Recuperado de: http://www.youtube.com/watch?v=axrqSE7YJM
Visto:
28 de abril 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario